LA GRAN MUESTRA MAQUETA SALITRERA DE DON OSCAR MATURANA ZAMBRA
Don
Oscar Maturana Zambra expone orgulloso su enorme maqueta de una
salitrera tipo, que armó pacientemente hace unos seis o cinco años. Este
veterano iquiqueño de corazón pero nacido en Coquimbo, de 81 años de
edad, ha conseguido exponerla desde los establecimientos del Mall Zofri
(donde pude conocerla, el año pasado) hasta el Museo Regional de Iquique
y la Municipalidad de Pica, paseándola por varios otros sitios del
Norte Grande de Chile y con intenciones de llevarla aún más lejos.
Con
6.30 metros de largo por 2.45 metros de ancho, don Oscar la monta en
una mesa de baja altura y dispone de un tablero para controlar las
animaciones con electricidad en su enorme diorama. Como hombre crecido y
formado en las calicheras de la zona desde la tierna infancia, además
de haber trabajado después como chofer en Arica, conoce bien las etapas
de la industria del salitre en cada oficina y las recuerda con una
memoria extraordinaria: la extracción, el lavado, la molienda, la carga,
etc.
- Obviamente, uso corriente alterna -me comenta amenamente, mientras enciende sus artilugios móviles-,
pero en las salitreras de verdad se usaba el sistema de corriente
continua... ¡Si supiera Ud. cuánta gente murió por culpa de la
electricidad en esos años!
La
maqueta es todo un pueblo salitrero al estilo de Humberstone o Santa
Laura. Su inspiración principal debe ser la de Victoria, sin embargo,
cerca de la cual trabajó hasta el cierre en los años sesenta, en la
salitrera Eslavonia, aunque él asegura que distintas partes de la
maqueta se inspiran también en diferentes salitreras que conoció.
Como
la mayoría de los poblados de este tipo ya están en ruinas o
abandonados, el trabajo permite hacerse una idea del ánimo de vida que
tenían estos sitios en sus buenos años, entre la zona de extracción, las
instalaciones industriales de trabajo y el campamento poblado por niños
o domésticas haciendo las compras en las pulperías. Su esfuerzo
reconstructivo es equivalente al del artista Zerreitug en los dioramas de museos y estaciones del Metro acá en Santiago, para poner una referencia.
Otro
detalle interesante es que casi toda la maqueta de don Oscar está hecha
de materiales reciclados: desde los galpones de procesamiento del
caliche y sus maquinarias, hasta la infinidad de personajes que se ven
dándole presencia humana a su obra. Muchos son juguetes, restos de
mecanismos, cajas, cartones, artefactos dados de baja, trozos de
mecanos, piezas de sets de juegos, figuritas infantiles de plástico,
camiones y automóviles en miniatura, motores de algún viejo ventilador,
etc. En principio se ve casi caóticamente recargada, pero al mirar con
detención los detalles, se advierte que todo aquí es funcional y nada
sobra entre los detalles.
-
Desde niño me gustó hacer maquetas como ésta -me comenta mientras
conversamos-, pero solamente en los últimos año se me ocurrió hacer una
de este porte y exponerla.
Con
el pecho henchido, de hecho, cuelga algunos pendones al lado de su
montaje, en uno de los cuales se lee al estilo de estos circos antiguos
que recorrían los pueblos: "GRAN MUESTRA MAQUETA SALITRERA". Es el título que ha elegido para su magna obra, precisamente.
Desde
el año 2007 hasta nuestros días, el crecimiento de la maqueta ha sido
asombroso, según puede advertirse en algunas fotografías publicadas en
algunos medios. La mezcla ideal de pasión y obsesión quizás signifique
que don Oscar tenga en sus manos un trabajo que nunca concluirá, pues
siempre seguirá pensando en cómo ampliarlo y seguir haciéndolo crecer en
detalles o atractivo. De hecho, en sus planes está, además de ir
exhibirla en otros sitios (pues su armado desmontable hace relativamente
fácil el transporte), el poder ampliarla a unos siete metros o más,
pues cree que puede seguir haciéndola crecer.
No
todo ha sido dulce con su maqueta, sin embargo: muchas veces le ha sido
rechazada su propuesta de exhibirla por la apatía de ciertos personajes
con cargos públicos y hasta declara que una autoridad, en cierta
ocasión, intentó apropiarse de su trabajo, rescatándolo justo en el
último momento cuando iba a ser trasladado hasta otro sitio.
Los
turistas y los viajeros se encandilan con la ruidosa maqueta y casi por
instinto intentan sacarle una fotografía. Don Oscar les advierte que
primero ayuden con alguna propina, para la cual tiene dispuesto un
recipiente al lado de la misma. No existe fotografía capaz de retratar,
sin embargo, la magnitud de este diorama y verdadero homenaje a la
memoria de las salitreras de Tarapacá que con él ha hecho su dueño.
Luis Fernando Valdés Barrera · Top Commenter · Los Cerrillos, Region Metropolitana, Chile
ResponderEliminarGenial exposición, tiene miles de detalles que quieres verlos todos porque es un mundo mágico con historia de Chile.
Reply · · December 13, 2012 at 3:52pm