LA EX CASA COMERCIAL YANULAQUE (PARTE I): LOS DÍAS DEL ALMACÉN LA COLMENA

 

Coordenadas: 18°28'45.39"S 70°19'9.86"W
En la estrecha calle peatonal Sangra número 315, justo en la esquina con Sotomayor y casi frontalmente al Mercado Antiguo, existe una de las construcciones más interesantes de Arica, remontada a la década de albores de la Guerra del Pacífico y con la excepcional condición de hacer tanta historia en pasado como en el presente, pues aloja al que considero uno de los más interesantes museos de Chile.
Llamada popularmente la Casa Yanulaque y con frecuencia confundida con otra residencia palaciega homónima de calle 18 de Septiembre con Lagos y que perteneció a la familia, esta casona de estilo neoclásico y dos pisos fue construida en 1877, hacia el final de los tiempos peruanos de Arica. Su propietario había sido don Domingo Pescetto, recordado como el último alcalde peruano de la ciudad antes de la ocupación chilena en 1880.
El inmueble tiene dos pisos diferenciados, con un zócalo dividido del segundo nivel por líneas de cornisas y con una columna esquinera cuidadosamente decorada en albañilería y cantería. Este primer piso tiene vanos rectangulares; el segundo, en cambio, ofrece un balconete en cada una de sus dos caras y vanos en arco de carpanel. Aunque sin grandes ostentaciones ni suntuosidades, de todos modos proyecta su singular elegancia.
 
El almacén "La Colmena" de Manuel Yanulaque, en la época romántica de Arica.
Don Manuel Yanulaque (1850-1934).
Las gigantescas repisas de abarrotes y envases.
Etiqueta del vino embotellado por la familia y vendido en la célebre tienda.
En 1902, con el conflicto territorial chileno-peruno aún sin resolver sobre la cuestión de Tacna y Arica, el comerciante Manuel Yanulaque Scorda adquirió y comenzó a ocupar la bella propiedad de marras. El inmigrante de origen griego había llegado a Chile a los 18 años de edad en 1868, el mismo fatídico año del gran terremoto con maremoto que arrasó la ciudad y echó por el suelo gran parte de su infraestructura histórica. Tras comprar la residencia, instaló en sus bajos un célebre almacén que ha pasado a ser parte de la historia popular de Arica: "La Colmena".
Yanulaque vendía allí abarrotes, licores, calzado, prendas de vestir, ferretería, vituallas, conservas, menestras, etc. Su negocio era famoso en toda Arica y aún afuera de ella, pues tenía ciertas características novedosas para el comercio del puerto. Al segundo piso del inmueble, en tanto, su dueño lo mantuvo como el lugar de residencia, con su esposa e hijos.
La familia era una de las más reputadas de la ciudad, de hecho, y su apellido aún es conocido gracias a sus descendientes. Se recuerda que los Yanulaque fueron también, en esos años, muy proclives a la posición peruana de evitar la "chilenización" e incorporación total de estos territorios a Chile, dando alguna clase de apoyo especial a los residentes peruanos para que no abandonaran la ciudad. Fue imposible revertir la situación de Arica, sin embargo, confirmada en el Tratado de 1929.
El éxito del almacén con ventas al por mayor y por menor fue tal en aquella época que, equivaliendo ya entonces a un verdadero supermercado en su tiempo, amplió su actividad también a las exportaciones e importaciones. Debe haber sido una de las casas comerciales más importantes de la ciudad en el tramo cercano al cambio de siglo, entonces, abasteciendo incluso a clientes de ciudades como Tacna y La Paz según se sabe.
 
 
En las fotografías que se conservan de los negocios de don Manuel se observan enormes mesones y repisas que calculo mayores a los cuatro metros, con un surtido de productos que debe haber sido toda una representación del cuerno de la abundancia en aquellos años. Basta ver la cantidad de personal con el que contaba allí el señor Yanulaque para comprender que su almacén fue también un gran generador de trabajo, además.
Yanulaque incluso llegó a embotellar sus propios vinos con el nombre de la tienda, rotulándolos como "vinos para familias". Hay una etiqueta de blanco semillón que se conserva actualmente dentro del edificio, de hecho, para la exhibición ante los visitantes. Mucha de su historia ha ido siendo recuperada por investigadores locales, felizmente.
Tras fallecer don Manuel en 1934, cerca de sus 84 longevos y prolíficos años, la casa continuó perteneciendo a la familia. Según tengo entendido, fue por felices gestiones de su actual propietaria, nieta del célebre almacenero, que se bautizó a la pequeña placita dura ubicada allí al final de calle Sangra y justo enfrente de la residencia como Plazoleta Grecia, por supuesto en recuerdo de Yanulaque "El Griego".
El año 2006, la casa vuelve a elevar su esplendor turístico y se incorpora a la actividad directa en favor de la cultura ariqueña, al inaugurarse allí el Museo del Mar con las extraordinarias colecciones de don Nicolás Hrepic Gutunic, de las que hablaré en la siguiente parte de este doble artículo dedicado a la ex Casa Comercial Yanulaque.
El año 2009, además, el edificio fue declarado Inmueble de Conservación Histórica por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, aunque para nuestra opinión y por su carga histórica, por su importancia en la semblanza de Arica y por las mismas actuales funciones en las que se encuentra sirviendo al turismo local, la ex Casa Comercial Yanulaque perfectamente podría hacerse acreedora de la más comprometida y garantida categoría de Monumento Histórico Nacional.

Comentarios

  1. Dejo a cá los mensajes correspondientes a este artículo en el blog anterior (cerrado):

    Anónimo12 de octubre de 2013, 19:30
    This is One of the best report ever made in Arica. Arica Belonged to Peru originially But after the war Chile took it over..The Yanulaque Family has given to Arica so much source of work to it's residents .. that we should be grateful to have them as friends . Greetings !

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    JOTAR20 de enero de 2014, 12:45
    Este almacén fue parte de mi entorno durante muchos años, entre los 50 y los 70, en ese entonces atendido por Dn Juan, hijo de Dn. Manuel, y por las simpáticas Marta y Carmen, siempre bromistas y chanceras. Me "columpiaron" largo tiempo, después que mi abuela me mandara a comprar una escoba "igual a esta", y volví ¡con una escoba usada!

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    Anónimo14 de marzo de 2014, 6:47
    Muy gracioso , jaja creo que debería Ud. recopilar más anécdotas ariqueñas, por así decirlo, y publicarlas en su blog .Qué le parece? Saludos .

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    Anónimo23 de enero de 2014, 21:09
    ....soy ariqueño neto, cerca de los 60 años, yo iba cuando niño a comprar al almacén de Dn.Juanito Yanulaque, muy amigo de mi padre, en las puertas de su negocio también llegaban dia a dia, las comerciantes peruanas a vender leche fresca en cántaros de aluminio....que se puede decir......Dn.Juanito, era un viejito bueno.....

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    Anónimo14 de marzo de 2014, 6:55
    Mi mamá vivió en Arica desde la década 40 a los 60 , y me contaba siempre de los Yanulaque , una familia muy querida al parecer, espero algún dia visitar ese lugar. Muy buena la crónica de cultura urbana Arica .

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