LA DESAPARECIDA PLAYA IQUIQUEÑA DE LOS BAÑOS DE LA SIRENA
Vista actual de las posas del sector Baños de la Sirena.
Coordenadas: 20°13'16.42"S 70° 9'13.72"W
En
la Costanera, frente a la cuadra triangular formada por las calles
Orella, Riquelme y Pinto, existió por muchos años un grupo de posas de
mar que se metían entre las rocas hacia el interior, aproximándose a la
Avenida Arturo Prat. La principal de ellas era una especie de socavón o
piscina natural, parecida a las que hay por el costado Sur de la
Península de Cavancha, donde llegaban niños y familias a refrescarse en
las tardes calurosas de Iquique.
Este
lugar era conocido como los Baños de la Sirena desde los tiempos en que
la ciudad estaba en soberanía peruana, apareciendo con este nombre en
el conocido mapa de Iquique del Capitán de Fragata don Francisco Vidal,
publicado al final de su "Estudio sobre el puerto de Iquique", de 1880.
Allí se ve al sector de los Baños de la Sirena afuera del área urbana de
la ciudad, hacia el Sur de la urbe y al Norte de la Plaza Cavancha. El
lugar aparece como vecino inmediato a otras posas llamadas Baños de la
Gaviota, llamados también de Las Gaviotas, y se verifica que en el lugar
habían instalaciones de una fábrica de hielo.
Los
Baños de la Sirena atraían a muchos iquiqueños que salían de la ciudad y
llegaban luego de una breve caminata por la orilla litoral. Sin
embargo, con el crecimiento de la ciudad el área urbanizada comenzó a
acercarse peligrosamente a la playa rocosa. Así, para fines del siglo
XIX, las residencias pasaban por el lado de la Costanera y hasta seis
cuadras más abajo de la altura de los famosos baños y pozas de mar.
Favorito
de jóvenes y niños en edad de estudiantes, hacia los tiempos del Primer
Centenario de la República tenía cierto aire de romanticismo: cuentan
que era un sitio concurrido por parejas de enamorados y con bellas
postales diarias de la puesta de Sol. "Tenía un largo socavón hecho por la erosión, que se adelantaba unos largos metros buscando salida al mar",
escribió sobre su aspecto Mario Portilla Córdova, quien la menciona
entre las playas más atractivas y populares que tuvo la ciudad.
Baños de la Sirena y de la Gaviota, en el plano de Vidal Gormaz de 1880.
Don Manuel Antonio Godoy Symon (1869-1923), alcalde fundador de la piscina.
Aunque
carecía de llanos de arena cómodos para extenderse o recostarse como
las playas de más al Sur, era frecuente que los muchachos escolares se
juntaran en sus roqueríos a desvariar tras cada jornada de estudios,
reencontrándose los fines de semana metidos ya en las aguas del mismo
sitio.
Con el tiempo, su nombre se corrompió al de Baños de La Serena,
siendo llamado así por quienes alcanzaron a conocer algo de su último
esplendor. Sin embargo, gran parte de su disposición natural para los
bañistas se perdió con la ejecución del proyecto de la Piscina Municipal
de Iquique, aunque fue un sacrificio a cambio de un gran beneficio para
la ciudad, pues hasta entonces se carecía de un lugar óptimo donde
realizar competencias deportivas de natación y que fuera también sede de
clubes para estas actividades.
El
complejo fue construido por el ilustre Alcalde Manuel Antonio Godoy
Symon (1869-1923), hacia 1917 y poco antes de su súbita muerte. Nacida
como Piscina Olímpica Municipal, fue parte de varias iniciativas del
edil enfocadas al fomento del bienestar infantil-juvenil y de la
actividad deportiva, como la creación de las colonias escolares, del
Patronato de la Infancia y algunas importantes escuelas.
Otras
actividades realizadas en los Baños de la Sirena tenían que ver con el
cuerpo de bomberos: fotografías de los años treinta muestran a los
voluntarios realizando ejercicios y, aparentemente, cargas de agua en
este mismo lugar, con sus antiguos carros contra incendio. Cabe recordar
que el alcalde Godoy era, además, un importante miembro del servicio
bomberil y masón de rango.
Vista actual del sector, desde el Norte.
Vista desde el Sur, desde la altura del Hotel Gavina. Destaca la piscina deportiva.
Instalaciones de la piscina municipal.
Interior del recinto
construido sobre los roqueríos de la Baños de la Sirena.
Por
su deteriorado estado tras tantos años, la piscina debió ser demolida
en 1970 y reconstruida durante el Régimen Militar, recibiendo desde
entonces al complejo el nombre de Piscina Alcalde Godoy, en homenaje a
su fundador. Fue reinaugurada en 1977, aunque para entonces ya eran
muchos menos los iquiqueños que recordaban la existencia de los Baños de
la Sirena o La Serena en este mismo lugar, de los que sólo
quedaban algunas señales y huellas que han seguido perdiéndose en el
paso de los años. Hoy se ha trazado un tremendo plan para volver a
remodelar completa esta piscina y rescatarla de la parcial
subutilización en que se encuentra.
Las
Gaviotas, en tanto, fue por largo tiempo una propiedad privada con
distintos dueños sucesivos. Ahora existe allí el elegante y turístico
Hotel Gavina. Las originales formas sinuosas parecidas a una maqueta a
escala de los canales fueguinos, han desaparecido casi totalmente de los
ex Baños de las Gaviotas en la especie de "proa" del edificio, hecha
justo sobre la rompiente de las olas.
Varios iquiqueños siguen llamando al sector costero de Prat con Riquelme como los Baños de la Serena,
aunque me parece que no todos ellos saben realmente por qué tal
denominación ni a qué baños aludía específicamente este título. Por lo
mismo, espero que este pequeño texto ayude un poco a recuperar esta
parte de la memoria de la ciudad de Iquique.
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