TAMBO DE BRONCE: UN RINCÓN ENCANTADO DEL CENTRO HISTÓRICO DE AREQUIPA
Coordenadas: 16°23'52.80"S 71°32'24.15"W
Tambo
es un término de varias acepciones y alcances en el mundo andino y en
sus áreas de influencia. Una de las más populares dice relación con las
paradas de antiguos caminos o rutas en el Tawantinsuyo, que venían a
funcionar como un descanso en donde los viajeros reposaban durante el
cumplimiento de los itinerarios de traslados y transportes dentro de la
administración incásica. Esto ha tenido mucha influencia en la toponimia
de algunos lugares donde existieron y también en un concepto de
albergues posteriores para viajeros, sitios que acabaron convertidos en
solares y residencias del Perú más tradicional, ofreciendo cierta
semejanza con la imagen de los conventillos antiguos y pequeñas
comunidades compartiendo espacios urbanos relativamente reducidos.
Uno
de los tambos más antiguos de la ciudad de Arequipa (quizás el primero)
está a sólo tres cuadras de la Plaza de Armas, en la calle de Puente
Bolognesi 333, cerca del cruce con Cruz Verde, en el Barrio del Solar.
Llamado Tambo de Bronce y construido hacia inicios del siglo XVIII, no
es mucho lo que puede apreciarse desde afuera mirando su bajada de
escaleras, pero interiormente es un magnífico complejo de residencias
coloniales con cierto aire mediterráneo en sus formas y distribuciones
en niveles, representando la expresión de arquitectura más popular en
una ciudad dominada principalmente por la imponencia de grandes iglesias
barrocas y las artísticas fachadas palaciegas.
Tambo
de Bronce está emplazado en lo que originalmente había sido la finca
del alto funcionario virreinal don Juan Pío de Montúfar y Frasso, que
ostentaba abolengos y títulos como el de Marqués de Selva Alegre,
Vizconde Previo de Tacar, Señor de Tamajón y Tinajas, y Caballero de la
Orden de Santiago y del Consejo de Indias, además de haber sido Oidor de
la Real Audiencia en su natal Granda y Gobernador y Capitán General de
Quito. Sabemos que nació en 1702 y falleció en 1761, de acuerdo a lo que
anotara poco después don Antonio de Alcedo en su "Diccionario
geográfico-histórico de las Indias occidentales o América", de 1788. Fue
padre del noble Juan Pío Montúfar, precursor de la Junta de
Independencia de Ecuador, y abuelo de Carlos de Montúfar, militar de la
lucha libertadora final del mismo país.
Como
era usual en la funcionalidad de estos establecimientos, el solar del
tambo arequipeño había sido construido como una posada o lugar de reposo
para los arrieros, comerciantes y ganaderos que llegaban hasta la
antigua Arequipa con sus respectivas cargas de mercaderías y animales.
Aunque hoy hay evidentes intervenciones más cercanas a nuestra época,
muchas de sus habitaciones y pasillos siguen siendo originales. Todos
los espacios de habitación fueron convertidos posteriormente en este
modelo de residencia que da gran identidad al urbanismo popular peruano y
especialmente a esta ciudad.
El
destacado periodista y político peruano Benito Laso de la Vega habría
nacido en el seno de una familia del Tambo de Bronce en 1783, según se
cuenta. El lugar es mencionado también en obras literarias como "La
invitación", de Antonio Bascones Martínez, y hay canciones y poesías
rindiéndole homenaje, de hecho. Actualmente, más de 2o familias de
origen modesto viven en él.
Con
relación al nombre del tambo, decía Guillermo Galdós Rodríguez en "La
rebelión de los pasquines" que, originalmente, se llamaba Colla Paula,
aunque no hemos podido confirmar este dato en otra fuente. Cierta
historia asegura que su denominación actual deriva de un episodio
relacionado con la Guerra del Pacífico, particularmente durante la
ocupación chilena de la ciudad en 1883. En un website de la Oficina del Centro Histórico de Arequipa (Programa Patrimonio en Desarrollo,
P>D), encuentro defendida esta versión: al entrar las tropas
chilenas luego de la sublevación contra Lizardo Montero, habilitaron en
este solar un cuartel de artillería, dejando algunos cañones de bronce
allí como pago del arriendo de tal espacio, una vez que terminó la
guerra. Dicho material de bronce fue reutilizado después en las
fundiciones, y fue por esta asociación, entonces, que el sitio acabó
motejado como el Tambo de Bronce, permaneciendo con esta denominación
hasta nuestros días.
En
épocas posteriores, fue un escenario de importantes actividades
culturales y folklóricas, según recuerdan algunos vecinos. La misma
fuente relacionada con la Oficina del Centro Histórico de Arequipa
agrega que en el tambo se instaló el primer ring de boxeo que haya
conocido la ciudad; y en el sitio Linda Arequipa & El Portal de los Arequipeños
se informa también que acá estuvo la sede del club de fútbol "Atlético
Tigre". Su barrio también se caracterizaba antaño por la intensa oferta
de tiendas, pulperías y cocinerías.
Tambo
de Bronce ha sido un testimonio extraordinario de la historia colonial
arequipeña, como salta a la vista. Hallándose cerca de otros vestigios
de esta clase de lugares, como son el Tambo del Solar y el Tambo del
Matadero, es uno de los muchos atractivos turísticos de la urbe pero en
un aspecto más mundano y barrial, menos ostentoso que en los casos más
connotados de la arquitectura colonial arequipeña.
Al
descender por las escaleras se encuentra el visitante con un altarcito
de Nuestra Señora del Rosario, advocación de la Virgen identificada como
la Santa Patrona de Perú. Está en un pasillo abierto, sin techo, y de
piso pavimentado con pastelones y empedrados, mientras que los contornos
los dan murallones de roca blanca propia de la arquitectura del casco
histórico. Los extremos del pasillo conducen a las entradas a los dos
patios interiores, ambos con pequeños jardines centrales y bancas para
el descanso. Al primero, a la izquierda, se accede pasando por un corto
pasillo en arco abovedado, siendo un lugar calmo y casi de meditación,
gratamente aislado del ajetreo y rodeado de las viejas residencias. El
segundo patio, más grande, está siguiendo hacia la derecha, pasando
junto a otro altar religioso con los símbolos de la hermandad nazarena
(la cruz con una escalera y una lanza) y doblando justo al enfrentar el
acceso a un centro cultural del que ya diremos más. Da la impresión de
que este patio es más dinámico: a diferencia de la paz que reina en el
otro, acá juegan niños y algunos residentes jóvenes conversan bajo el
Sol, saludando amistosamente a los curiosos. También está rodeado de
residencias, con bancas de plaza para reposo y un jardincito verde al
centro, donde crecen tres palmeras aún jóvenes y ansiosas de llegar a
dar buena sombra.
Recién
a inicios de nuestro siglo se realizó la última de varias
reconstrucciones que ha experimentado este solar, con la restauración de
lo que queda de la casona de este significativo lugar, aunque "sin la prestancia colorista de otrora"
según criticó alguna vez el escritor peruano Francisco Mostajo. Era una
deuda que se tenía pendiente cumplir desde hacía tiempo, según declaran
algunos arequipeños por acá. El detonante de las obras fue el terremoto
del 23 de junio de 2001, que echó abajo la bóveda del zaguán, fracturó
muros y dañó peligrosamente los sillares, dejando en riesgo el futuro de
sus estructuras.
El
proyecto de reparaciones fue ejecutado por el Alcalde Juan Guillén
Benavides con apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional,
como lo recuerda una orgullosa placa metálica empotrada en las paredes
de roca junto al altar mariano, con fecha de 10 de agosto de 2002. Se
reconstruyeron las bóvedas desplomadas, se cambiaron los pavimentos, y
se renovaron las fachadas, todo con ayuda de los propios residentes del
sector. Y si bien mucho del mismo tambo se ha perdido para siempre con
remodelaciones y terremotos, su encanto colonial siguió sólido,
procurando ser mantenido durante estas mismas mejoras.
En
2010, tuvo lugar aquí también la fundación de la Casa Cultural Tambo de
Bronce, en el número 6 del mismo conjunto, el día 7 de mayo de ese año.
En este espacio grupos de artistas y gestores culturales de la ciudad
comenzaron a promover todo tipo de actividades relacionadas con artes
plásticas, escénicas, visuales, fotografía y música. Desde entonces, han
tenido lugar allí presentaciones en vivo, charlas, exposiciones y
talleres varios.
El servicio de Google Street View
ofrece un interesante recorrido fotográfico en 3D dentro del Tambo de
Bronce, aunque no me parece del todo logrado el efecto, pues parece
percibirse una engañosa distorsión de las proporciones dentro de aquel
espacio encantado, en sus patios y pasillos. Sería de Perogrullo
insistir, entonces, en que nada, absolutamente nada, sustituye una
visita y exploración presencial en este encantador y pintoresco sitio.
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