ESTANCIA YERBAS BUENAS: EL SANTUARIO DE ARTE RUPESTRE EN LA PROVINCIA DEL LOA
Coordenadas: 22°40'36.6"S
68°14'08.2"W
Unos 65 kilómetros al Norte de San Pedro
de Atacama, cerca del Valle del Arcoiris y las Termas de Puritana en la
Provincia del Loa, Región de Antofagasta, se encuentra un peñón rocoso que se ha
ido incorporando con gran importancia a los atractivos y circuitos turísticos de
la región, por el enorme valor arqueológico de sus petroglifos y otras
expresiones de arte rupestre allí reunidas.
Descubierto en 1992 y actualmente
integrado por completo al circuito de las ofertas de turismo cultural locales, se llega al
lugar bordeando al río Salado, identificándose con cierta facilidad en el
paisaje la pequeña loma rocosa, por su posición un tanto aislada y sus tonos
blanquecinos y ocres, además de la caseta y sala de administración, a un costado de la
ruta interior B-207. Se llega allí entre pasos de guanacos salvajes, rebaños de
llamas, minúsculos oasis y pequeñas ventoleras del polvo atacameño. Zona de
enorme importancia arqueológica, como es de sobra sabido.
Se trata de un páramo del camino hacia
Santiago de Río Grande, a unos 3.050 metros sobre el nivel del mar, bien
irrigado a pesar de su ubicación desértica. Está en un sector de la geografía en
donde se unen el Cordón Barros Arana de la Cordillera de Domeyko, y la
inconfundible Cordillera de la Sal, en la en la Pampa Vizcachillas. La bondad de
las aguas proviene especialmente por los esteros Chuilor, Yerbas Buenas y el río
Chujchul, lo que explica que haya sido escogido por antiguos viajeros como la
parada y estancia en las rutas que iban o venían de lo que hoy es el sector del pueblo de
San Pedro de Atacama y la sepultada Aldea de Tulor. También abonó en la elección la característica general del
paisaje, favorable a la cacería.
La Estancia Yerbas Buenas, con su peñón
de petroglifos y cobijos naturales para el viajero, era así un sitio de paso y de
estadía temporal para las caravanas de comerciantes que bajaban desde la meseta
del Altiplano cruzando los Andes rumbo al oasis y otras aldeas del
río San Pedro y la cuenca del Loa, así como sucedía también en sus regresos.
La presencia de primates tipo amazónicos entre sus grabados rupestres, nos da
una pista sobre el lejano origen de aquellos viajeros, sus animales o sus
mercancías, gracias a tan extensas rutas. Allí paraban sus rebaños, encendían
sus fogatas y pasaban las noches antes de continuar el camino desde el Nordeste
Argentino y el Altiplano de la actual Bolivia hasta el Océano Pacifico,
inclusive.
El peñón o grupo de morrillos de roca en donde está el
conjunto, es de riolita de los depósitos aluviales del cerro Chujchul, el que junto
con el Chuilor y Tuina, todos vecinos alcanzando estos los 4.500 metros sobre el
nivel del mar, marcan los límites de la Pampa Vizcachillas al Suroeste del sitio
arqueológico de Yerbas Buenas. Seis son sus afloramientos principales con estas
intervenciones rupestres y de muros primitivos,
enumerados con los códigos de YB-1 a YB-6.
Las manifestaciones artísticas incluyen
petroglifos, pictograbados, grabados secos y pinturas o pictogrifos, siendo la
principal concentración de arte rupestre de todo este lado de la provincia y de
los alrededores de San Pedro de Atacama. El material para pintar, en el caso de
los que eran hechos de esta forma, se obtenía con pigmentos terrosos y aceites o
grasas de animales. No hay claridad sobre el sentido de los petroglifos, sin
embargo, aunque se cree que muchas de sus pinturas y pictograbados podrían haber
tenido una función de señalización de rutas o mensajes para otros viajeros que venían a realizar trueques e intercambios.
Los principales motivos observables son
antropomórficos y zoomórficos, algunos de ellos incorporados rápidamente ya a la
iconografía patrimonial de la región. El circuito turístico a pie que se ha trazado en
el lugar, pasa por las principales figuras visibles, y que llevan por nombre en
el llamado Sector 1, más cercano al inicio:
-
El Mono (con cierta semejanza al geoglifo del mono de Nazca)
-
El Dragón (probablemente un zorro o un perro)
-
El Dragón con dos Cabezas o Dragón Bicéfalo (en realidad, el parto de un camélido. sacando su cabeza por detrás de la hembra)
-
La Llama (muchas veces repetida en grabados menores, lo que resalta la importancia de este animal en la subsistencia humana de entonces)
-
La Estancia (sitio abierto de paradas)
-
La Cueva (usada como refugio principal de las caravanas, con pequeñas pircas de piedra y grabados zoomorfos de estilo Taira-Tulán, período formativo, 1.400 antes de Cristo)
-
La Llama con Crías
-
El Muro (con petrogrifos y pictogrifos de diferentes épocas, estilo Taira-Tulán, Cueva Blanca, Santa Bárbara)
El Dragón Bicéfalo (parto de un camélido), el
Perro con cuerda y el Mono, tres de las principales figuras zoomórficas del
conjunto. Ilustración publicada por Javier Tamblay.
Esquema del parque arqueológico y sus circuitos.
Panel informativo del lugar.
Llamas corriendo libres alrededor del complejo.
Son uno de los principales animales retratados en las figuras de arte rupestre
de Yerbas Buenas.
Acceso al conjunto. Caseta de información y pago
de acceso, con las rocas del Sector 1. Administrado por la propia comunidad
atacameña de Santiago de Río Grande.
En el Sector 2, en cambio, ubicado unos
200 metros más al Norte, podemos encontrar las siguientes figuras
principales:
-
Los Chamanes
-
El Puma
-
Las Llamas y el Hombre (escena de un rebaño en arreo)
-
Los Tres Flamencos
Algunos sectores del conjunto, además,
reciben nombres característicos como Cueva de los Zorros y Altar de
los Budas, pero algunos de los petroglifos más antiguos de esas áreas se han
ido perdiendo por la erosión. Otras representaciones incluyen aves, pumas o
gatos de monte e imágenes de personajes humanos en diferentes roles. Algunas
piedras pintadas en el suelo repitiendo el motivo a cuyo pie se hallan, desde
hace pocos años, facilitan la interpretación visual de las figuras a los
turistas.
De acuerdo a la valiosa información que
reúne y publica el arqueólogo e investigador independiente Javier Tamblay, en su
artículo de divulgación "Estilos de arte rupestre atacameño en el sitio
arqueológico Estancia de Yerbas Buenas, Río Grande, San Pedro de Atacama, Chile"
(Actas del V Congreso Chileno de Antropología, Colegio de Antropólogos de Chile
A. G, San Felipe, 2004), los motivos de las imágenes allí grabadas en las
paredes, corresponden con cuatro tradiciones estilísticas definidas.
Cabe indicar que, junto con su colega
Juan Herrera, Tamblay fue uno de los primeros en dedicarle un estudio importante
al arte rupestre de la Estancia de Yerbas Buenas, por los que depositamos acá la
confianza, principalmente, en sus afirmaciones al respecto. Ya en 1994, Tamblay y Herrera
habían publicado un primer trabajo al respecto, en el XIII Congreso Nacional de
Arqueología Chilena, en la Universidad de Antofagasta.
Para el investigador, entonces, esas
tradiciones estilísticas mejor visibles en las obras rupestres, corresponden a
las siguientes:
-
Tradición naturalista de Taira
-
Tradición estilística de líneas esquematizadas imprecisas
-
Tradición naturalista rectilínea de bajorrelieves vinculados con La Aguada
-
Tradición-estilo rectilíneo simple
La Tradición naturalista de Taira,
informa el autor, está representado por las figuras de guanacos en pinturas,
pictograbados y grabados sin pintura, similares a los de ese origen:
Es un estilo expresivo y
dinámico, de líneas de silueta predominantemente curvas. Logra escenas
colectivas originalmente de caza de camélidos en movimiento, incluye seres
humanos, felinos o aves. Es una tradición de larga data que fue variando
mediante agregados y superposiciones: originalmente comprendía sólo
pinturas, algunas fueron después delineadas con grabados perimetrales,
formando pictograbados; después la erosión deshizo la pintura generando una
suerte de seudo petroglifos. No obstante después también se realizaron
pinturas y petroglifos de morfología antigua. Comprende en Yerbas Buenas el
estilo Taira; Subestilo Ayquina; Estilo Curte y Tipo 1 de Yerbas Buenas
principalmente. El estilo Confluencia Salado-Caspana (...), con
pinturas de la serie Toquepala, conserva los rasgos más originales.
Se ubican especialmente al centro del
sitio arqueológico del Sitio 1, y su estilo es característico por el gran tamaño del cuerpo
respecto de la cabeza y los miembros del animal. El subtipo Ayquina, en tanto,
se caracteriza por figuras delgadas, de cabeza más grande y en posiciones
alineadas, con una variedad de cuellos cortos y gruesos para retratar al animal.
Algunas están hechas sobre grabados y pinturas anteriores del estilo Taira,
producto de algún retoque. En tanto, el estilo Curte se distingue en grandes
figuras de llamas, llegando a los 4,5 metros de largo y siendo posteriores al
estilo Taira. Sus líneas son de poca penetración en la roca, reunidos
principalmente en las grandes paredes del conjunto natural, pudiendo
distinguirse llamas hembras y machos, y en algunos casos hasta los ojos
del animal.
Grupo de rocas principales del Sector 1. Se sube
por un sendero entre ellas.
Vista general del conjunto desde el camino al
Sector 2, con los afloramientos rocosos en donde están las obras.
Vista de la roca del Sector 1 desde la terraza con
arenales.
Turistas desplazándose en visita guiada hacia el
Sector 2.
El estilo Yerbas Buenas, por su parte,
es bien representado con las imágenes de zorros grises o chillas, habiendo diez
de ellos al interior de la mencionada Cueva de los Zorros. Como se
encuentran en un sector erosionado, no se sabe con seguridad total si sólo
correspondían a petroglifos o si alguna vez fueron pigmentados. Los personajes
motejados como los chamanes o Budas también pertenecen a este estilo,
aunque nos parece que ciertos atuendos y tocados de muchos de estos personajes, tipo Nazca y
Paracas, guardan parecido con el famoso
Gigante de Tarapacá y otros geoglifos parecidos existentes
también en Perú.
En cuanto a la Tradición estilística
de líneas esquematizadas imprecisas, la segunda de las señaladas, explica
Tamblay:
Comprende gran parte del arte
rupestre agroalfarero atacameño del Período Intermedio Temprano al Horizonte
Tardío y se proyecta al período Colonial. Sin embargo no es el estilo más
representativo de Yerbas Buenas y se distribuye en los paneles de las
periferias del sitio. Comprende el complejo estilístico o Estilo Angostura,
al parecer directamente derivado de Tamentica, y se comporta como una
transición entre el naturalismo primitivo con estilos tardíos e incásicos,
esquemáticos y altamente formalizados.
Incluye en este grupo a los ejemplos del
llamado estilo Angostura, relacionado con el arte de la localidad del mismo
nombre en Conchi, con rasgos comunes a pesar de pertenecer a diferentes períodos
cronológicos. Los camélidos y felinos retratados con este estilo son
irregulares, de líneas rectas y más esquemáticas.
Con relación a la tercera
corriente,
definida como la Tradición naturalista rectilínea de bajorrelieves vinculados
con La Aguada, volvemos a transcribir las palabras del arqueólogo:
Son bajorrelieves que
representan motivos zoomorfos, de tendencia equilibradamente rectilínea. Las
patas o la cola de los animales se contornean con ángulos rectos y líneas,
mientras la cabeza es redondeada o circular. Se disponen marginal o
posteriormente a lo motivos Taira, pero ocupan el centro del sitio YB-1,
destacando su importancia contemporánea al corral central.
En este grupo están las más conocidas
figuras del conjunto artístico, como el llamado Dragón, el Dragón de
dos Cabezas, el Mono y los Perros, correspondientes al tipo 2
de Yerbas Buenas. Una de las más sorprendentes es la que parece ser de un perro
con una cuerda y un asa en el extremo, dejando en testimonio algo más sobre la
antigüedad de la
domesticación canina entre las comunidades precolombinas.
Finalmente, la Tradición-estilo
rectilíneo simple, es definida por Tamblay de la siguiente manera:
Estilo Rodero. Se caracteriza
por llamas rectilíneas con las orejas curvadas hacia delante, aparecen en
caravana o corrales (...). Escasos en Yerbas Buenas, son comunes en
la llamada fase Santa Bárbara.
Incluye un subtipo Saxamar, con la
estilización zoomórfica realizada con sólo cuatro líneas, y el subtipo Río
Salado, con pequeños cuadrúpedos hechos en técnica de raspado y silueta muy
esquematizada, con las orejas de las llamas tan largas y grandes como la cabeza
del animal.
Administrado por las propias comunidades
atacameñas de la zona, actualmente las agencias de turismo han sabido sacar
provecho al atractivo de la Estancia Yerbas Buenas y dejarla incluida como visita
guiada para muchos de los recorridos que se ofrecen a los visitantes de la zona, ávidos de
conocer los aspectos naturales, históricos, arqueológicos y culturales
dominantes de San Pedro de Atacama y alrededores. La pasada casi obligada por
allí es para los que llegan a conocer el hermoso Valle del Arcoiris,
principalmente, a pocos kilómetros de este lugar.
Como hay poco material publicado en
internet sobre este fascinante lugar y muchos de quienes ha ido a la Provincia
del Loa quizá ni siquiera se hayan enterado de su existencia, quise hacer este
pequeño aporte para su conocimiento y difusión, recomendando su visita a todos
los que llegan atraídos hasta San Pedro de Atacama y sus tesoros.
GALERÍA DE IMÁGENES:
Retratos de camélidos, Sector 1.
Madre y cría, según parece.
Roca en donde se encuentran las llamas.
Unas llamas reales caminando atrás.
El curioso perro con cuerda, lo que
sugiere que estaba domesticado.
Acercamiento al petroglifo del perro,
Sector 1.
Roca del petroglifo del perro y una
indicación reproduciendo su forma, al pie.
Roca del mono y señalización
reproduciendo su forma.
Acercamiento al petroglifo del mono,
Sector 1.
Acercamiento al llamado Dragón de dos
Cabezas, en realidad la escena de un parto de un camélido.
Roca en donde está el dragón de
dos cabezas, representado en una reproducción al pie de la misma.
Figuras del sector posterior a la roca
principal del Sector 1. Se observa la silueta de un camélido.
Otra figura de camélido, en la parte
posterior de la roca que da hacia la terraza de arenales y picas.
Figuras de la cara poniente del
afloramiento rocoso con petroglifos.
Cara poniente de la roca, descendiendo
hacia el sector del arenal y la Cueva.
Imágenes de chamanes o figuras danzantes,
muy parecidas a la del
Gigante de Tarapacá o del Cerro Unitas. Se observa una reproducción
de la principal en la roca plana de abajo.
La misma roca, con el chamán o figura
danzante.
Grupo de figuras geométricas,
antropomorfas y zoomorfas, mismo Sector 1.
Detalle de la figura de un camélido, en
el grupo.
Otro chamán o danzarín similar al diseño
del
Gigante de Atacama o de Tarapacá.
Sector la Cueva, con grutas y pircas, en
la terraza del Sector 1.
Espacios usados como refugios ancestrales
en la Cueva.
Figura zoomorfa, probablemente un felino.
Sector la Cueva.
Vista de la roca de la misma figura y su
reproducción abajo, en la señalización del circuito.
Vista de la terraza de arenal en donde
está la Cueva.
Otras figuras trazadas sobre la roca,
sobre el arenal de la terraza.
Vista de la misma roca de la terraza
natural, con turistas al fondo avanzando hacia el lado Norte del
sendero.
Figuras trazadas en este sector del
sendero, con pequeños camélidos.
Detalle de las mismas figuras
antropomórficas.
Escena de una figura antropomófica junto a
un camélido, sector de camino hacia la gruta Norte.
Pircas y altos de piedras en el contorno
del sendero.
Desgastadas figuras de las paredes
rocosas del sector.
Sendero del contorno al Norte del
conjunto.
Detalle de una figura de camélido tallada
en la roca, Sector 1.
Interior de la gruta con diferentes
figuras zoomórficas y antropomórficas, costado Norte del Sector 1.
Incluye escenas de caza de felinos a guanacos.
Detalle de la figura de un camélido en la
gruta.
Detalle de la figura de un flamenco o
parina, también en la gruta.
Figura zoomórfica, posiblemente
vizcachas.
Detalle de las figuras y relieves en la
entrada de la gruta. Atrás, el sendero hacia el Sector 2.
Paredes naturales del sector de la gruta.
Paredes del sector de la gruta con
intervenciones rupestres.
Detalle de un rebaño o manada de
camélidos, en la gruta.
Otros espacios de albergue y pircas,
costado Norte.
Grupo de erosionados trabajos de grabado
e inscripciones en la roca.
Camélidos, bloque de roca de la cara
Norte.
Detalle de dos de los camélidos del bloque
de roca de la cara Norte.
Figura zoomórfica, de camino al Sector 2.
Otras figuras trazadas en las paredes del
mismo sector.
Figuras zoomórficas, una más nítida encima
de otra menos trabajada.
Conjunto conocido como el Muro, camino
entre el Sector 1 y 2, que agrupa diferentes épocas y estilos de trabajo
rupestre sobre su superficie.
Diferentes figuras y diseños del área
conocida como el Muro.
Diferentes figuras y diseños al centro
del Muro.
Costado externo del Muro, con gran
cantidad de figuras.
Caótica superficie de la roca del área el
Muro, con superposición de trazados, estilos y épocas.
Figura zoomórfica, del grupo central.
Imagen de un camélido entre las rocas, de
cuerpo rectangular y extremidades muy estilizadas.
Grupo de figuras zoomórficas y abstractas
hacia el final del primer circuito.
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