BAR EL DEMOCRÁTICO: DONDE LAS COMPARACIONES ESTÁN DEMÁS

 

Coordenadas: 20°12'46.58"S 70° 9'0.55"W
Por alguna razón, los iquiqueños suelen comparar a “El Democrático” con el cariz y la reputación de tradicionales bares de Santiago, como “La Piojera” de Mapocho o “El Hoyo” del barro de la Estación Central, ofreciéndolo como su equivalente acá en tierras tarapaqueñas, pero la verdad es que esta antigua cantina nortina tiene vida propia y, si bien admite semejanzas con las más famosas picadas de la capital, guarda también parte de ese estilo que es propio de los boliches ubicados en ciudades-puertos, empezando por la propia fachada y sus carteles exteriores colgantes, allí en Obispo Labbé 466, cerca de Serrano.
Apodado “El Demo” por sus parroquianos, se ubica a escasa distancia de la Catedral de Iquique y en su interior las barras con vino pipeño o tinto conviven con karaokes (especialmente el de los días jueves), presentaciones de grupos en vivo (de preferencia los sábados), más un wurlitzer que –durante mi primera visita- una rubia pareja de conocidos ha programado con videos de rock metal. A ambos los ubico ya: a ella la conocí en el centro de Iquique, donde tiene puestos de venta de completos, y él es un artista callejero que pinta con tiza grandes cuadros sobre el suelo cerca de la Plaza Condell. Apenas me creen cuando les comento esas noches en pubs como el “Toxic” de Irarrázaval, con algunos de los mismos rockstars que aparecen en el monitor, en mis tiempos trabajando para productoras de espectáculos.
Más tarde me entero que un amigo de Santiago a quien he encontrado con su propio carro de confitería en calle Tarapacá, también frecuenta este lugar, todos los viernes, con sus amigotes. Y al poco rato, supe que Titi y su pareja, otra dupla que he conocido este año, no sólo lo visitan sino que viven a una cuadra de este lugar con otros que se suman a mi lista de conocidos por aquí... ¡Si hasta parece que todo Iquique se reúne en “El Democrático”!
 
Del minero al intelectual y del obrero al aspirante a músico, el público del “Demo” es amplio pero cambia durante el transcurso del día; incluso se va volviendo más joven a medida que se acerca la noche, con jornadas ruidosas y regadas que llegan a la madrugada. Las tardes son más cotizadas por los veteranos, aunque de todos modos las generaciones se cruzan en las mesas y las barras, con los empleados detrás del mesón como queridos intermediarios. Todos se conocen; todos juegan cacho o dominó y todos celebran la llegada de cada uno de los comensales habituales que atraviesa la puerta de mamparas.
No es un local de grandes proporciones, pero sí alcanza para ser surtido en fauna humana: unos quieren aparecer en las fotografías mientras otros rehuyen y piden no ser tomados por la lente, por alguna secreta deuda con el mundo del día.
Si no es en la barra, uno de los lugares más alegres dentro del local, las reuniones se harán en las mesas alrededor de un borgoña o de botellas de cerveza… Perfecto refugio entre costa y pampa. De los muros cuelgan peces secos, ventiladores de anticuario y fotografías históricas, algunas de fuerte carga política. El resto de la decoración la hacen cuadros de artistas locales y uno que otro impreso con pretensiones de sensual modelo pin-up. Junto al acceso a las cocinerías y las repisas de botellas detrás de la barra, el dueño hizo instalar un enorme panel de madera donde se lee la siguiente arenga, titulada “ENTRAD A ESTA CASA” y firmado por el poeta nacional Mayo Muñoz:
“¡Entrad a esta casa! ¡Qué importa si no es tuya ni mía! Aquí como en la última morada no cabe adiós ni pertenencias. Entrad, aquí podéis guareceros de la mano que os persigue, del hambre que os aprieta, de la pena que os aflige. Bebed de este vino. Entrad por esta arteria al río interminable que como cascada no herida por el tiempo, nos recorre y crece, levantando las banderas, desatando jubiloso el canto, desbordando combates. ¡Entrad, aquí como en la última morada no cabe adiós ni pertenencias! ¡Bebed! ¡Bebed y alegraos por otro día más de vida!”

Propiedad actualmente de don Néstor Muñoz, cuando pregunto a uno de los encargados de la barra por la antigüedad del local, me responde con una frase hecha que es frecuente acá dentro: “¡Aquí quizá alcanzó a venir hasta el capitán Arturo Prat!”. No es para tanto, sin embargo: si bien la casona parece remontarse a la segunda mitad del siglo XIX y habría usada como sucursal del Banco Social Alemán (todavía se conserva dentro la antigua bóveda acorazada), el bar propiamente tal se instala allí hacia 1950. Hasta entonces, había funcionado este sitio como sede del Partido Radical, y probablemente de ahí el nombre que conserva desde aquél año: “El Democrático”.
Fue por largos años un símbolo ininterrumpido de la bohemia iquiqueña hasta que, hacia la proximidad de la actual centuria, comenzó a decaer hasta quedar prácticamente arruinado, lo que motivó a los antiguos dueños a ponerlo en venta. Muñoz lo compró el año 2004 en este triste estado, según recuerda, pero con esmero y dedicación consiguió el milagro de revitalizarlo, haciéndole mejoras y modernizando su carácter en el que, como hemos dicho, conviven lo clásico y lo de demanda más nueva.
El bar también fue precursor de una versión del trago “terremoto” que sólo en años más recientes se ha adoptado en nuestra capital: el que lleva whisky en lugar de coñac o ron para potenciar la mezcla de pipeño y helado de piña, además de una adición de granadina. “El Demo” parece ser pionero de esta versión del “terremoto”, con gran prestigio y clientela acá en Iquique. En noviembre del año 2009, además, el bar recibió un reconocimiento de la Corporación Hijos del Salitre “por su trayectoria en la historia” de la ciudad, expresado en un diploma que cuelga orgulloso de una de las paredes.
¿Queda alguna duda de que las comparaciones están demás, entonces? He aquí, por lo mismo, esta pequeña reseña sobre “El Democrático” y su soplo de longeva vida propia en la Tierra de Campeones.

Comentarios

  1. MENSAJE RECUPERADO:

    Benjamin Gutierrez Espinosa · Top Commenter · Aprendiendo a vivir
    CRISS.......Y UNO DE LOS ÚLTIMOS CLUB "DEMOCRÁTICOS" QUE VAN QUEDANDO EN CHILE RECORDANDO ANTIGUOS BARES YA DESAPARECIDO, DONDE AUN SE JUEGAN LARGAS PARTIDAS DE DOMINO CASI DESAPARECIDA EN LAS CANTINAS DE CHILE. DENTRO DE PICADAS EN UNA OPORTUNIDAD PENSE MENCIONARLA. EN MIS VIAJES A ESA CIUDAD ES PASO OBLIGADO AUNQUE SEA POR UNA PILSENER Y OBSERVAR A LOS APASIONADOS DOMINEROS.
    Reply · · 1 · August 7, 2012 at 7:57pm

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