EL CEMENTERIO PERDIDO DE IQUIQUE Y LAS POBLACIONES QUE CRECIERON ALREDEDORDE CAMPOS DE MUERTOS
El cementerio en el plano publicado por don Enrique Espinoza en 1903.
Coordenadas: 20°12'38.47"S 70° 8'7.28"W (aprox.)
Quizá no todos los viajeros noten la extraña situación respecto de las
necrópolis municipales numeradas de Iquique, pero el observador no lo
perderá de vista: se pasa del Cementerio N° 1 ubicado en el sector de
calles 21 de Mayo y Sotomayor, existente más o menos desde 1850, al N° 3
de Pedro Prado con O'Higgins y que fue fundado en 1908. En efecto, el
misterioso Cementerio N° 2 parece un paradigma aludido por omisión: un
camposanto perdido en algún lugar de la ciudad y de sus incontables
misterios.
Aunque las versiones de los vecinos son confusas y contradictorias, especialmente en el caso de los más ancianos, la
explicación cierta a esta desaparición total de un cementerio completo
es tan pintoresca como extraña y -por qué no decirlo- también algo
macabra: todo el ex N° 2 y lo que por entonces eran sus amplios sectores
eriazos con arenales y canteras del entorno, son ocupados ahora por
populosos barrios como la Población Jorge Inostrosa y, muy
especialmente, el sector de la Villa Progreso, situada con sus pasajes
coloridos y polvorosos precisamente encima de donde estuvo el
camposanto. Estas poblaciones, además, tal vez sean parte del fenómeno
de las primeras experiencias de tomas "modernas" de terrenos con
iniciativas de autoconstrucción y organización social concreta.
La
consecuencia de este audaz experimento, sin embargo, es que hasta el
día de hoy siguen surgiendo en aquellos terrenos los antiguos restos
cadavéricos que lo ocuparon por primera vez, especialmente durante
excavaciones para trabajos de alcantarillado, además de salir afuera
innumerables historias sobre almas descarnadas y pequeños espíritus
errando por las casas y calles donde fue interrumpido su sueño eterno.
El
Cementerio N° 2 de Iquique nació hacia la década del 1890,
relativamente cerca del antiguo Hospital. Si estoy en lo correcto con la
información que tengo a mano, había entonces un amplio terreno ocupado
por el mismo cementerio y los mencionados llanos arenosos, por sectores
donde ahora están calles como Las Cabras, El Colorado y La Montaña,
hacia el Norte de Avenida Sotomayor, aproximadamente, aunque las
versiones cambian según las fuentes. Además, el camposanto tuvo algunos
períodos de crecimiento, como se observa comparando algunos planos.
A
la necrópolis se la dispuso allí como respuesta a las epidemias de
viruela que diezmaron a gran parte de la población del puerto e hicieron
insuficientes las capacidades del Cementerio Antiguo o
N° 1. Por largo tiempo, entonces, al debutante e improvisado camposanto
surgido de estas fosas comunes y sepulturas muy pobres, se le llamó por
lo mismo Cementerio Nuevo o Nuevo Cementerio,
apareciendo así en los planos de Iquique hasta la inauguración del N°
3, cuando pasaron a ser distinguidos definitivamente por sus números
correlativos.
Cabe recordar que el
problema de contar con lugar para sepulturas había sido histórico en
Iquique. Francisco Javier Ovalle dice en 1908, por ejemplo, que ya en
aquel momento se consideraba la posibilidad de extender los terrenos del
Cementerio N° 1 hasta los del N° 2, pues el espacio del primero estaba
prácticamente saturado:
En
el Cementerio existen numerosos nichos a derecha e izquierda, pero
parece que dentro de poco tiempo no habrá dónde construir más, si es que
la beneficencia no traspasa los límites comprando otro terreno o
extendiéndose sobre el cementerio N° 2, que es el osario común, donde
por lo general se entierra a los variolosos y bubónicos.
La
solución, sin embargo, fue fundar ese mismo año el Cementerio N° 3 más
al Sur, aunque el servicio del Cementerio N° 2 siguió creciendo y
aumentando todavía más. De
acuerdo a lo que recuerdan algunos iquiqueños y si sus memorias no los
engañan, en algún momento llegó a ser el más grande y extenso de los
tres, mientras que los mencionados terrenos de su entorno -los que
soportarían al grueso de las poblaciones- llegaban casi hasta la falda
de los cerros costeros, por el sector de los arenales, los promontorios
de La Cantera situados al Sur de ellos y terrenos hasta casi aproximarse
a la actual Avenida Circunvalación.
A diferencia del Cementerio Viejo y del N° 3, sin embargo, el ex Nuevo Cementerio se
perfilaba como una necrópolis más popular y modesta, de carácter obrero
a lo sumo, con sepulturas de poco esplendor y aspecto menos lucido,
además de escasos mausoleos que, en la mayoría de los casos, eran de
pobre factura y de fabricación con materiales más bien ligeros, más
parecidos a los que pueden verse en rústicos y básicos cementerios de
los pueblitos al interior de Tarapacá.
Una curiosidad más del Cementerio N° 2 es que aquí se encontraba la primera animita iquiqueña conocida como La Patita hacia fines del siglo XIX, correspondiente a algún macabro pie humano
que salía de su cripta en forma de túmulo, siendo venerado por devotos
pedidores de favores y con una versión actual en el Cementerio N° 3.
Era tal la cantidad de velas que se le colocaban a la sepultura-altar
que, a causa de la proximidad de unas tumbas con otras dentro del
aglomerado camposanto, se declaró un incendio iniciado por los
candeleros de la famosa animita hacia la proximidad de la Navidad de
1897, que casi amenaza con destruir todo el Cementerio N° 2.
Luego
de la infausta Masacre de la Escuela Santa María de Iquique el 21 de
diciembre de 1907, además, los cuerpos de los acribillados habrían ido a
parar a una fosa en este cementerio o acaso en algún terreno muy
cercano, ya que no han podido localizarse. Y allí en el cementerio se construyó, después, el mausoleo de
homenaje a los trabajadores víctimas de esta matanza.
Imagen
del memorial en la fosa de las víctimas de la Masacre de Santa María de
Iquique hacia 1911, cuando fue instalada en el Cementerio N° 2.
Actualmente, este conjunto memorial se encuentra reconstruido desde el
año 2007 junto al acceso del Cementerio N° 1, colocado allí en el
centenario de la matanza.
Pozas
en las canteras al sur del sector de los arenales y hacia la vecindad oriente
del ex camposanto, que servían de piscinas a los niños y jóvenes
habitantes de la Población Jorge Inostrosa en sus primeras décadas
(Fuente imagen: blog "Patrimonio cultural y fotográfico iquiqueño").
El "Nuevo Cementerio" en el plano de Iquique de Nicanor Boloña, de 1896.
Más
tarde, hacia 1940, aquellos restos de los masacrados habrían comenzado a ser
cambiados de sitio y perturbados, según cuentan por acá. Se creía que habían sido llevados a
los patios del Servicio Médico Legal, siendo enterrados en un osario
habilitado especialmente y sellado en forma sólida en 1962. No obstante,
un siglo después de la matanza la versión quedó en entredicho al no coincidir los
cadáveres de la fosa con los que se esperaba hallan en una gran
exhumación. El conjunto conmemorativo sería reinaugurado mucho después
en el Cementerio N° 1, donde se encuentra ahora, pero basándose en el
diseño del mausoleo que existió en el N° 2.
Cabe
hacer notar en este punto, que la situación de los cementerios
aplastados por la urbanidad como estaba por ocurrir a este, ya había
sucedido antes en Iquique: sólo como ejemplo, se puede señalar que el
mismo Ovalle habló de las construcciones poblacionales que se hicieron
en calle Pedro Lagos cerca del sector El Morro, donde estuvo uno de los
más antiguos camposanto de la ciudad, por lo que el terreno siguió
arrojando restos humanos y cráneos sonrientes en varias excavaciones
posteriores para reparar cañerías o aceras, según recordaba el autor. Lo
mismo había ocurrido en el sector de Sotomayor entre Ramírez y Vivar
hacia los patios donde estaba la estación del ferrocarril pues, más o
menos hasta los albores de la Guerra del Pacífico, este había sido otro
cementerio (el Panteón Católico Peruano), "y por ello es que en cualquier excavación se desentierran esqueletos humanos".
Finalmente, no está por demás recordar que también
existió un cementerio protestante en la Isla Serrano cerca del faro,
que aparece señalado en el "Plano Topográfico de la Ciudad de Iquique"
de Ramón Escudero, confeccionado en 1861. Algo similar tuvo lugar en
Antofagasta, donde el Cementerio N° 2 de esa ciudad fue absorbido en
parte por caseríos como el de la Población Matta, de la misma manera y
por la misma época que sucedería lo propio en el de Iquique.
Hacia
mediados del siglo XX o un poco después, la ciudad iquiqueña se
expandía amenazante hacia el sector norte, creciendo incipientes barrios
alrededor de los cementerios, especialmente por la presencia y
desarrollo de la industria pesquera
Coincidía
que había comenzado a producirse el fenómeno de toma de terrenos, cuya
consecuencia principal era el surgimiento de barrios populares sin
planificación y armados por sus propios ocupantes, como fue el caso de
la Población San Carlos vecina al gran sector donde están ambos
cementerios. De este modo, comenzaron a reunirse familias iquiqueñas muy
pobres en el sector del Cementerio N° 2 y sus terrenos adyacentes, al
parecer instalándose primero enfrente y alrededor del mismo, y luego
ingresando a su área interior, desapareciendo rápidamente los deslindes
entre el viejo camposanto y la naciente población.
A
pesar de las preocupaciones y resistencias de las autoridades, una
improvisada villa siguió creciendo hacia 1963 o 1964. Alcanza su peak
al año siguiente, según parece, coincidiendo con los avances de tomas y
levantamientos de viviendas precarias en antiguos sectores cerca de los
arenales y de las maestranzas ferroviarias.
Con
esfuerzo ejemplar, los pobladores consiguieron materiales para
establecer estas habitaciones, pero cuentan en Iquique que parte del
propio cementerio comenzó a ser usado para obtener materiales necesarios
en la construcción de las precarias primeras viviendas, desarmándose
algunos nichos, cruces y mausoleos abandonados en esta actividad.
Algunos vecinos que vivieron en la época aseguran que esto es sólo un
mito urbano, no obstante.
Comprendiendo
que el avance de las poblaciones era algo irreversible, la
administración municipal decidió al poco tiempo demoler por completo el
cementerio con maquinaria pesada, hacia la primera mitad de los años
sesenta, retirando las tumbas y tantos cadáveres como fue posible
para reubicarlos en los Cementerios N° 1 y N° 3, con la intención de
evitar exponer a la población a las enfermedades allí sepultadas con los
cuerpos. En
aquella ocasión, sin embargo, algunos pocos altares o mausoleos fueron
perdonados salvándose de los desmantelamientos y demoliciones, como la
mencionada animita de "La Patita", que siguió allí un tiempo más para devoción de sus fieles.
Parte
de los restos humanos que no fueron reconocidos ni reclamados por
familiares, acabaron incinerados en el mismo lugar, en un peladero
eriazo que quedó entre los caseríos antes de concluirse la urbanización
del todo el sector por entonces carente de agua potable, electricidad y
alcantarillados.
Hacia
los primeros años de la actual centuria, todavía quedaba una parte del
antiguo murallón parcialmente quemado, donde supuestamente se realizaba
la mencionada incineración de cuerpos, además de algunos restos de
criptas y mausoleos que ya han desaparecido.
Desconozco si corresponde a un ruinoso muro que hoy ve por el sector
pero que está muy destruido, especialmente por efectos del terremoto de
2005. Sobrevivían también un antiguo contenedor usado como pozo de agua
del sistema de ferrocarriles y un modesto monolito que recuerda el
pasado y saluda al futuro de estas villas.
En
febrero de 1965, en este impulso de improvisada urbanización motivada
por las tomas de terrenos al norte de Iquique, se dio por formalmente
creada una población brotada este lugar de la ciudad más asociado a
muerte, basurales, olvidos y enfermedades. El primer nombre que se le
dio a la quizá más grande de ellas fue Población John Kennedy, como
prenda de memoria al presidente de los Estados Unidos, asesinado justo
en los días en que comenzaba a nacer la popular villa. Pocos años después,
tras morir asesinado también su hermano Robert, se le colocó su nombre a
una de las calles interiores de la pujante nueva villa.
Vista hacia el poniente de todas las villas y calles que se formaron en el sector de marras.
Casas y callejones en el actual sector de avenida Luis Jaspard.
Vista desde la Circunvalación hacia el sector de La Cantera, al fondo.
De
acuerdo a la maqueta de toda la ciudad de Iquique que se conserva en la
ex Estación Ferroviaria y que data de 1968, las poblaciones tenían
-para ese momento- alrededor de siete a diez cuadras surgidas este
estado inicial de su historia. Empero, el caserío iba a seguir creciendo en forma vertiginosa.
La Kennedy,
como era llamada, se extendió en el sector de los arenales que había
hacia atrás del camposanto, más o menos hasta otra población más antigua
llamada Villa Siberia, de trabajadores ferroviarios y familias ligadas a
las instalaciones del ferrocarril que se hallaba más al norte de este
sector. Empero, la
población levantada en el perímetro del cementerio propiamente tal fue
conocida como la populosa Villa Progreso, al parecer formada por pobladores que no
pudieron quedar incluidos en las primeras tomas de la Población Kennedy, a la vez que crecían otras alrededor del mismo caserío.
De acuerdo a información publicada en medios de la época, el
reconocimiento oficial de las poblaciones surgidas de las masivas tomas
fue el resultado de una gran lucha dada por sus propios habitantes,
conducidos por dirigentes sociales como doña Inés Tabilo, que da su
nombre a otra de las calles que trazaban las cuadras germinales de La Kennedy.
Y aunque sus primeras casas seguían siendo de material muy ligero (como madera,
tabiques, cartón e incluso telas de sacos), muchas de ellas arrasadas en
una excepcional tormenta de lluvia de otoño ocurrida ese mismo año, la
comunidad estaba decidida a mejorar las condiciones de vida en el lugar y
a permanecer establecida en estos terrenos, venciendo los temores y los
escrúpulos por el pasado de aquel suelo en el patio iquiqueño.
A
todo esto, los pobladores de todo aquel sector recibieron un importante
incentivo y espaldarazo unos pocos meses después, cuando el intendente
regional, don Luis Jaspard, inició gestiones para organizar a los
habitantes de las ex tomas con su primera junta vecinal propia, que
pudiera entenderse directamente con las autoridades, en una iniciativa
que también contó con el apoyo de la Municipalidad de Iquique. Por esta
misma razón, existe también una avenida homenajeando con su nombre a
Luis
Jaspard entre estos caseríos, pues a partir de estos cambios todas
aquellas
poblaciones comenzaron a ser incorporadas más efectivamente al resto de
la ciudad, proveyéndose de servicios básicos, recorridos de locomoción
colectiva y planes sociales.
Cabe advertir que, a principios de 1975, cuando fue conocida la súbita muerte en Santiago del insigne
escritor, libretista y comunicador iquiqueño Jorge Inostrosa Cuevas,
autor de la inmortal obra "Adiós al Séptimo de Línea", la junta de la
creciente Población John Kennedy habría decidido reunirse y rendir
homenaje a su recuerdo adoptando su nombre desde allí en adelante:
Población Jorge Inostrosa.
No obstante, familiares de mis amistades en Iquique que vivieron en el
caserío de estrechas calles en aquella época, aseguran que La Kennedy cambió
su nombre por una decisión unilateral de las autoridades instaladas por
el Régimen Militar y sus aliados, siendo algo "cosmético" el supuesto acuerdo de
los pobladores para esta modificación nominal.
Aunque
aquella semblanza se nos sale del rango estricto del área correspondiente al ex
cementerio en donde toda esta historia comenzó, la
Población Jorge Inostrosa es particularmente interesante para comprender
las consecuencias de la ola de tomas populares de entonces. Es por esto que se hace imposible no mencionarla si abordamos estas materias.
La
organización social de los años setenta a ochenta consiguió nuevas
entregas de viviendas y terrenos, expandiendo el sector de Villa
Progreso (donde quedaron algunos restos del ex cementerio ya urbanizado, dijimos) hacia el entorno. En todo este enorme sector de ex
cementerios, arenales y pozones en la planta de la ciudad iquiqueña,
sólo la forma de la cantera y el barranco al oriente, además del barrio
industrial y Zofri al Norte, cerraron el paso al aun mayor crecimiento
de aquellos caseríos. Varios
de los jefes de hogar de estas tomas continuaban trabajando en el
sector de las industrias. Los niños solían ir a bañarse en los pozones
de agua que había en el sector de La Cantera, además, como si fuesen su
piscina comunitaria. Las sedes vecinales y los espacios sociales permanecieron activos, a pesar de las condiciones ambientales poco favorables.
Volviendo
al ex cementerio, había sectores donde continuaban apareciendo restos
humanos en cada penetración de los terrenos, de acuerdo a los
testimonios de los propios iquiqueños que pasaron alguna vez por la
población. Cada vez que se edificaba, que se agregaban ductos
subterráneos o que se pavimentaban las calles, alguna morbosa sorpresa
emergiendo a la superficie, recordaba a todos el tenebroso servicio que
había tenido este páramo antes de ser conquistados por los vivos en esta
singular epopeya de tomas de terrenos y lucha por la vivienda popular.
Como
ya comenté, existen varias historias particulares sobre fantasmas de
aparecidos, seres reducidos y contrahechos parecidos a oscuros duendes
y almas en pena vagando por los ex terrenos del desaparecido cementerio
y la actual Villa Progreso, además de las cuadras aledañas, alcanzando
con su tétrica fama a todo este denso sector de la ciudad junto al
barrio industrial.
Infelizmente,
Iquique tiene terrores peores que aquellos sobrenaturales a su haber:
en el año 2007, un informe de la Oficina de Fiscalización Contra el Delito
la señaló a la Población Jorge Inostrosa (escrita por todos ya Inostroza)
como una de las más peligrosas y temibles del país. Dicho estudio indicaba que se
había convertido en un refugio para peligrosos narcotraficantes, bandas
delincuenciales y avezados hampones, sirviendo para la venta y escondite
de drogas duras, además de vehículos 4x4 robados. Sin embargo, sus habitantes niegan que la situación sea tan grave y contrastan la tolerancia que se tiene con otros lugares de la ciudad mientras su hábitat es constantemente estigmatizado.
Esa es la realidad, entonces, de aquel amplio sector de la ciudad de
Iquique entre cuyos dominios quedó perdido en alguna parte el Cementerio
N° 2, aplastado y rodeados de grandes poblaciones; y de cómo aquellos
terrenos para muertos fueron relevados por espacios para los vivos, o
acaso viviendo juntos unos con otros aunque se eviten los contactos, en
otra de las historias casi rayanas en la leyenda que ofrece su
semblanza.
COMENTARIOS RESCATADOS DESDE LA UBICACIÓN ANTERIOR DE ESTA ENTRADA, ANTES DE SER TRASLADADA HASTA ACÁ:
ResponderEliminarQue increíble historia... Excelente. Gracias por compartirla. Un brazo fraterno desde Perú.
Daniel
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Criss Salazar7 de noviembre de 2014, 00:24
Francisco Andrés Lemus Borja · Top Commenter · Santiago, Chile
Gran historia!
Reply · · February 25, 2013 at 1:33pm
Arlini Alveal · Top Commenter · Iquique, Chile
Buenisimo
Reply · · February 25, 2013 at 2:02pm
Tukulito Sakayama
Muy buen documental.
Reply · · March 16, 2013 at 8:29am
Nelson Araya Muñoz · Top Commenter · Iquique, Chile
Hola! la primera foto corresponde al cementerio 2 o solo es una foto referencial? muchas gracias por tan excelente informacion!
Reply · · 1 · April 7, 2013 at 6:20pm
Criss Salazar · Top Commenter
No, es sólo una fotografía ilustrativa. No encontré ninguna realmente buena del antiguo cementerio.
Reply · · June 11, 2013 at 10:15pm
Osvaldo Allende · Trinity College
Hoy clarifiqué una duda que tenía de peque...
Reply · · October 19, 2013 at 1:41pm
Luz De Luna Küyen Pelon
Que impactante noticia. Gracias por compartirla.
Reply · · October 20, 2013 at 7:07am
Centro Cultural Tallersol · Santiago, Chile · 932 followers
gracias por tan interesante información. iquique en nuestros corazones.
Reply · · October 20, 2013 at 7:31pm
Andrés Alejandro Hormazábal · Top Commenter · University of Tarapacá
Gracias por los detalles históricos, gran aporte !!
Reply · · December 11, 2013 at 11:10am
Luisa Vera Baeza · Iquique, Chile
ESTABA MUY NIÑA EN ESE ENTONCES CUANDO JORGE SORIA DIO ESOS TERRENOS PRIIMERO EN TOMAS UN ARENAL , QUE AL PONER ESTACAS PARA MARCAR SE ENCONTRABAN RESTOS DE CADAVERES , MI MADRE ANA LUISA BAEZA VALDEZ FUNDADORA DE ESA POBLACION , EN CUANDO NO HABIA NADA ELLAS CON LA SEÑORA INES TABILO CAMINABAN BUSCANDO RECURSOS EN LAS PESQUERAS CON EL ADMINISTRADOR DE EL FF.CC QUIEN EN ESE ENTONCES MI MADRE TRABAJABA EN SU CASA UBICADA EN SOTOMAYOR, AGUA LUZ Y TIERRA ROJA PARA PAVIMENTAR CALLES AS ISE CONSIGUIO QUE LLEGASEN LAS LIEBRES NISSAN, DESPUES CON DON JORGE SORIA QUIIROGA ( ALCALDE )Y SU PADRE DON ALEJANDRO SORIA VARAS INTENDENTE CON PALA EN MANO PONIENDO PASTO A LA PLAZA QUE AUN SE ENCUENTRA EN ESE SECTOR , AUN CONSERVO LA CASA DE MI MADRE EN ESE SECTOR CON NOSTALGIA CUANDO TODO ERA SANO SE CELEBRABA LOS 21 DE MAYO , LAS FIESTAS PATRIAS LOS TRES DIAS CON JUEGOS Y MAÑANAS CRIOLLAS
Reply · · 1 · January 31 at 5:32pm
Esperanza Benavides Martel · Madre superiora at Convento del papa Emeritus
Ahora entiendo todo,cuando era pequeña vivimos en ese sector con mi familia,mi madre me contaba que penaban mucho en la casa, que cuando familiares de nosotros vinieron vieron duendes y esas cosas.
Muchas Gracias por la info
Reply · · July 9 at 1:49pm
PARTE II:
Eliminarclaudio27 de diciembre de 2013, 10:24
Buen articulo, pero las fotografias son de la parte oriente de la población cerca de avenida Circunvalación, lo que no coincide con los planos que expones del antiguo cementerio, el cual debio estar ubicado aproximadamente en las actuales calles Mirador y pasaje Centenario , de todos modos excelente ejercicio para mantener la memoria de los lugares que ya no están en nuestra ciudad.
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Urbatorium27 de diciembre de 2013, 12:33
Muchas gracias Claudio. El plano-gruía de turismo de Iquique de 1960 muestra perfectamente la ubicación del Cementerio N° 2 práticamente en el lugar exacto que Ud. señala pero mucho más grande que en los viejos planos que aquí colocé, con una prolongación hacia el oriente en el sector sobre el cual tomé algunas imágenes (no están todas publicadas acá, además). Como corresponden a un paisaje que ya no conserva nada del aspecto original del cementerio, preferí priorizar las fotos de la población más que del sector central que correspondió antaño al camposanto. Hace poco, además, Google S.V. incluyó a las villas y calles de este lugar en su recorrido virtual, así que se pueden transitar "online" para conocerlas con más detalle. Muchos saludos.
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nicole cortés17 de marzo de 2014, 9:36
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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nicole cortés17 de marzo de 2014, 9:38
Hola, me gustaría saber cuales son tus fuentes de información dado que me encuentro haciendo una trabajo del cementerio 2 y necesito bibliografia.
Saludos
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Mauricio Lizama23 de octubre de 2015, 20:22
Le comento, que el primer cementerio de la ciudad de Iquique, estaba ubicado en la zona en donde hoy se ecuentra el edificio del MOP, edificio Econorte y la actual Municipalidad, en esos terrenos estuvo ubicado un campo santo donde se enterraron a los primeros Iquiqueños.
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Danyo18 de noviembre de 2016, 17:15
exacto, cementerio ubicado al costado de la desaparecida iglesia de la concepcion
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Unknown17 de septiembre de 2016, 01:11
Hola esta muy interesante tu comentario, Ojalá me puedas responder como obtuviste el dato que el cementerio numero 1 se crea en 1850 app. Ojala puedas indicarmelo... muchas gracias
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bradshow198024 de marzo de 2017, 21:44
Súper bueno tu artículo! Años con esa duda :)
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Danyo29 de octubre de 2017, 23:16
No solamente se habla del cementerio 1 y 3, estaba uno donde ahora es el MOP (ex iglesia de la concepcion), en la ex isla Iquique (1861) estaba el cementerio protestante, cementerio de los virulentos (Sotomayor y Barros Arana, terrenos de la ex estacion) y las tumbas de los monjes de la iglesia de la matriz (teatro municipal)
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Unknown27 de enero de 2018, 18:53
muchas gracias por esta magnifica información.
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Unknown7 de agosto de 2018, 12:45
Excelente trabajo, gracias por compartirlo.
Eramos un grupo de niños curiosos que asombrados observábamos los cráneos que aparecían cada vez que buscábamos la pelota en la cancha de la población San Carlos y con más asombro aún escuchábamos las historias que nos contaban los mayores.
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Unknown13 de julio de 2019, 16:31
Yo llegue de niño a ese sector jugue a la pelota en el cementerio dos y pasaba todo el dia elevando volantines y lo cruzaba todos los dias por el cementerio para ir al colegio escuela #6
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Unknown16 de marzo de 2022, 18:11
respecto a fantasmas y zombis, hoy en dia es muy común verlos pasar algunos con coches o carros artesanales :) :) :)
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