PEQUEÑO RECUENTO HISTÓRICO SOBRE EL PALACIO DEL MUSEO REGIONAL DE IQUIQUE
El edificio en sus primeros años al servicio de los Tribunales de Justicia de Iquique.
Coordenadas: 20°13'0.38"S 70° 9'8.14"W
Destaca
especialmente en el número 951 del Paseo Baquedano, entre Wilson y
Zégers, ese alto edificio con frontón central y gran simetría
neoclásica, diría que de influencia italiana parecida a la que trajo a
Chile don Joaquín Toesca, aunque para otros observadores se han hecho
más evidentes sus adiciones estéticas propias de la línea georgiana
dominante en gran parte de las construcciones de madera y de albañilería
que existen en Iquique. No es un palacio en términos estrictos, quizás,
pero así lo identifican los habitantes de la ciudad.
Levantado
sobre lo que antes era sólo un gran corral donde se instalaban las
carpas de los circos, son dos altos pisos rematados con hileras de
balaustras al frente y con un patio central de luz al interior del
recinto. Al centro del frontón de la fachada está la fecha de
construcción del edificio: 1892. El interior está rodeado por pasillos
altos con barandales, a los que se accede por elegantes escalas de
madera, pasamanos y pilarotes en los extremos con esferas en los
remates. Todo el inmueble ocupa 2.430 metros cuadrados construidos.
En
las imágenes antiguas que existen del paseo, siempre ondeaba alguna
bandera chilena sobre un mástil al centro de su triángulo alto del
edificio, como solía suceder en prácticamente todos los caserones y
palacios de la avenida Baquedano durante la primera mitad del siglo XX y
hasta buena parte de la segunda, costumbre que se ha ido perdiendo en
la ciudad. Su color ha variado según cada época, sin embargo: en algunos
períodos ha sido café, ocre, beige y, actualmente, de color celeste.

Postal
de calle Baquedano hacia los días del Centenario Nacional. El edificio,
entonces ocupado por los Tribunales de Justicia, es el coronado por la
segunda bandera que se ve desde el lado derecho hacia el centro de la
imagen.

Otra imagen histórica del palacio, tomada desde la azotea de un edificio de enfrente.

El
edificio ya en sus últimas décadas sirviendo de sede a los tribunales.
Imagen publicada por el diario "La Estrella de Iquique".
Es la Intendencia una gran casa -escribe al año siguiente Francisco Javier Ovalle-,
su estilo es sencillo y con el aspecto de los grandes edificios
modernos. No obstante de ser el despacho de los Intendentes, se
encuentra también ocupada por los Juzgados de Letras que sirven los
señores Alonso Poblete; por la Junta de Beneficencia, cuyo tesorero es
el señor José Manuel Borgoño; por el Registro Civil, desempeñado por el
señor Albert0 Hueisler Borgoño; por la notaria de don Francisco Martínez
Gálvez y por la oficina del Promotor Fiscal señor don Carlos Vial
Bello.
Con
el traslado de la Intendencia Regional en 1910, las dependencias pasan a
ser ocupadas por los Tribunales de Justicia, la institución que por más
tiempo ha hecho uso del edificio en toda su historia, pues
permanecieron allí más de setenta años.
Aquel
último año, suceden dos cosas interesantes: primero, pasa a ser parte
de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Iquique el Museo
Regional, organismo que había sido fundado el 6 de noviembre de 1960 y
que hasta poco antes había estado bajo el alero de la Universidad del
Norte. Y en segundo lugar, por Decreto Supremo N° 780 del 21 de agosto
de ese mismo año 1983, la Colección Etnográfica de Isluga que era
propiedad del Instituto Profesional de Iquique, pasó a la categoría de
Monumento Nacional, encontrándose actualmente entre el material cultural
del mismo museo. Este valioso grupo de piezas es famoso y reconocido
por su trabajo textil, de platería y cerámicas. Entre otras colecciones
de antropología e historia, destacarían en este museo también las piezas
arqueológicas legadas al mismo por el inmigrante europeo Ancker Nielsen,
de quien ya he hablado a propósito de sus actividades de investigación
en la costa tarapaqueña y su famosa "Farmacia Danesa" que estaba ubicada
a un costado de la Plaza Prat.
Dispuestas
las nuevas dependencias para los Tribunales de Justicia y trasladados
ya estos en 1986, en noviembre del año siguiente el Museo Regional de
Iquique se muda al palacio de calle Baquedano, mientras que la
Corporación Municipal de Desarrollo Social de la ciudad establece
oficinas en el segundo piso del gran inmueble. Hasta entonces, el museo
había pasado por distintas sedes: primero en una casona antigua de calle
Bolívar, más tarde en Baquedano con Wilson y después, en 1980, en la
antigua Estación del Ferrocarril de Sotomayor 706. Ese mismo año había
terminado la tuición de la Universidad del Norte sobre el museo.
El
museo también incluye una interesante sección de objetos, reliquias y
recuerdos de la época salitrera, hacia el lado en que concluye el
circuito de una visita al mismo. Las fotografías históricas son un
magnífico complemento a la exposición permanente. Al centro del recinto,
además, se ha hecho una reconstrucción de las casas de piedra y techo
pajizo en las aldeas habitadas por los antiguos indígenas de Tarapacá.
En
los días del Bicentenario Nacional, el año 2010, coincidía que el Museo
Regional de Iquique cumplía medio siglo de vida, por lo que se
desarrollaron actividades en el marco titulado "50 años del Museo en el
Bicentenario", que incluyeron una interesante exposición fotográfica en
el edificio del Archivo Nacional de Santiago entre mayo y junio, con
apoyo del Fondart y de la propia Corporación Municipal de Desarrollo
Social de Iquique.
El
Museo Regional de Iquique constituye, por todo lo descrito, uno de los
atractivos turísticos que las guías más recomiendan en la ciudad,
especialmente a los interesados en conocer aspectos culturales de los
lugares que visitan. Astutamente, también, se hacen precios especiales
para quienes vayan, por ejemplo, al cercano Teatro Municipal, con una
rebaja de la misma entrada para ir al museo. Es punto obligado en el
paso de los admiradores y estudiosos de las culturas aymarás, changos y
los conquistadores del desierto en la época de la fiebre calichera.
El
Paseo Baquedano tiene, además, este fuerte acervo cultural y
museológico, pues en él se encuentran presentes otras instituciones del
mismo estilo, como por ejemplo el Museo de la Guerra del Pacífico, el
mencionado Palacio Astoreca, la Casa Museo Histórica y el Museo del Deporte de Iquique, por nombrar algunas.
Pagando
una entrada por un valor muy accesible, entonces, el museo puede ser
visitado de martes a viernes de 9:00 a 17:30 horas, y los sábados desde
las 10:00 hasta las 17:00 horas. Sin embargo, las colecciones
etnográficas en exhibición sólo son una parte de las atracciones, pues
para los amantes de la arquitectura romántica, la otra parte es sin duda
su estupendo y bien conservado edificio palaciego, alzándose con su
color cyan y sus proporciones en aquella cuadra del turístico Paseo
Baquedano.
Comentarios recuperados desde el sitio anterior de publicación de este artículo:
ResponderEliminarHernán Cisternas Iturra7 de agosto de 2021, 20:03
Con agrado leo esta descripción de una parte de mi querido Iquique y en su lectura mis recuerdos de infancia por calle Baquedano yendo al liceo de hombres a primer año, no terminado por irme de la ciudad. Una observación:en la, segunda foto se indica Bicentenario Nacional. Aparte, m infancia se inició parte de ella en la casa Estación Aduana con El Longino y luego en la Estación FFCC salitrera de calle Sotomayor. HERNÁN CISTERNAS ITURRA, ARQTO. U.de Ch.
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Respuestas
Criss Salazar7 de agosto de 2021, 21:22
Muchas gracias!